viernes, 22 de mayo de 2015

                                        CREACIÓN LITERARIA


Texto en prosa:

Entre todas las opciones para elegir, he decidido contar una historia en primera persona para niños entre 5 - 6 años. Es una estrategia que me gusta y que además llama la atención. No estamos hablando de ninguna persona, en este caso cuento la historia como si yo fuera un móvil. Así que cuento algunos aspectos de lo que sería la vida para un móvil, como es “mi día a día”.

Historias en primera persona:
                                   
                                                     ¡Un móvil qué habla!

Hola queridos amigos, me llamo Sam y soy un móvil. Ese objeto que tiene todo el mundo en la mano constantemente. Mi dueña se llama Marta, me tiene todo el día en brazos, hay veces que acabo hasta mareado. No para de hacerme cosquillas, está todo el día tocándome la tripa. También hay días que sale una melodía de mi interior y decide ponerme en su oreja, claro así me entero yo de todas las conversaciones que tiene. Es cierto que tengo que decir que me cuida mucho, cuando ve que estoy un poco cansado de todo el día, como si me hubiera quedado sin batería, me pone un cable que es mágico y me cura, como si estuviera completamente nuevo, me da la energía que necesito. También tengo que deciros que hay veces que paso miedo; me lleva en algún bolsillo del pantalón y claro… yo me voy saliendo poquito a poco y parece que me caigo. Sin ir más lejos, un día me quedé solo en el asiento del autobús. A mí me entró el pánico y empecé a llorar, lo pase tan mal que hasta empecé a temblar a notar como unas vibraciones dentro de mí. Menos mal que en la parada siguiente, Marta, subió y me rescató. Otros días duermo con ella, en su cama, pero claro se queda dormida y caigo al vacío como si nada, menos mal que hay siempre algún cojín en el suelo y duermo encima suyo. Les quiero más a mis amigos los cojines y peluches, además de que me salvan la vida cada noche, son tan blanditos… Como veis mi vida es un poco ajetreada, tengo que estar muy atento porque aunque me quiera quedar en casa tranquilito, Marta me coge y nos vamos de paseo a cualquier sitio.



Texto en verso:

Encadenamiento:

La edad que he utilizado es la de 4 años para realizar este poema. Se titula “Las sonrisas”. He creado un poema, encadenando sus frases empezando cada verso con la última palabra del verso anterior. Cada verso recoge una idea y todos los versos acaban en punto. Además algo que siempre hemos creído es que estos poemas en verso tienen que tener rima, y sin embargo, no es así.
                             
                                                       Las sonrisas:

                                                 Las sonrisas tienen magia.
                                                 La magia tiene poder.
                                                 El poder es de los reyes.
                                                 Los reyes tienen corona.
                                                 La corona es de la reina.
                                                 La reina se peina en la ventana.
                                                 La ventana tiene cortinas.
                                                 Las cortinas tienen caras.
                                                 Las caras tienen sonrisas.
                                                 Las sonrisas tienen magia.




Texto teatral:

He utilizado la técnica del “Binomio fantástico” para niños de 4 años, he mencionado dos objetos que no tienen nada que ver. Los protagonistas de este diálogo son: el sonajero y el zapato.

ZAPATO: Hola, ¿podrías dejar de hacer tanto ruido?, es que me duele la cabeza.

SONAJERO: ¡Amigo mío! Es que hoy estoy muy feliz porque tengo un cumpleaños, irá  Almudena y no puedo parar de saltar de la emoción.

ZAPATO: Bueno…pero es que haces mucho ruido, ¿no te puedes ir a otro sitio?

SONAJERO: Esta bien, pero volveré en un ratito eh, voy a por algo de merendar que tengo que coger fuerzas para la fiesta.

ZAPATO: Tienes que tranquilizarte, como Almudena te vea así de nervioso no querrá bailar contigo. 

SONAJERO: Pero no me digas eso hombre, que me desanimo.

ZAPATO: Vale, tu tranquilo que todo irá fenomenal. Ahora déjame dormir un poco, que llevo todo el día corriendo de un lado para otro y estoy cansadísimo.

SONAJERO: ¡A sus ordenes señor! Me voy para allá, ¡deséame suerte!

ZAPATO: Suerte amigo, ¡luego me cuentas!



Creación del libro:

He elegido el texto en verso para crear mi libro, me parecía interesante hacer este cuento para niños de 4 años ya que se que les llamaría mucho la atención por el colorido del cuento además de su textura que es más extraña.

Los materiales son:

  • Bayetas de colores
  • Anilla de llavero
  • Rotulador negro
  • Rotuladores de colores 


He unido todas las hojas con la anilla que me parecía útil para que los niños no las puedan sacar ni pincharse con ella.
Y cada hoja del cuento, lleva el dibujo con su verso correspondiente, para que los niños relacionen las palabras más fácilmente y de una manera más directa.


Este es el resultado del libro:








Webgrafía:

Apuntes del tema 4: Creación literaria con y para los niños de infantil.

domingo, 3 de mayo de 2015

ACTIVIDAD  3: “LA HORA DEL CUENTO”
                                                             
                                                               CUENTACUENTOS

En esta actividad he elegido la estrategia de cuentacuentos porque no lo veía demasiado complicado al fin y al cabo todos o la mayoría de nosotros nos hemos visto en la situación de contar algún cuento a nuestros hermanos, primos, niños que hemos cuidado… Y no siempre había un cuento a tu disposición por lo tanto había que echarle imaginación o contar uno que ya te sabías de memoria.

Bien, en la siguiente actividad, he elegido hacer cuentacuentos, para niños de 5-6 años. El cuento se titulaba “La serpiente de siete cabezas y el castillo de irás y no volverás”.

Elegí este cuento, que era uno de los que nos dejaba nuestra profesora Irune, porque al leerlo me di cuenta de que les gustaría tanto a niños como a niñas de 5-6 años. En el cuento había princesas, caballeros, animales, y mucha acción por lo que vi que era un cuento acertado.

Al empezar la actividad nos pusimos en grupos de 3 personas; uno sería cuentacuentos, otro elegía la narración con libro y un último la lectura del libro. De esta manera, podíamos contar con las opiniones de nuestros compañeros, y modificar algo para mejorar si era necesario.

En primer lugar, leí el libro en mi casa porque yo tenía que aprendérmelo y luego ensayarlo para que no se me olvidara nada, hacerlo de manera clara, mantener pausas, cuidar bien los gestos, expresiones… etc.

Al contarlo en clase, utilicé la narración en tercera persona ya que era yo la que contaba una historia, un cuento. Además era algo misterioso porque muchas veces no se sabía que podía ocurrir. Quise hacer el comienzo y final tradicional que se utiliza en muchos cuentos como “Erase una vez…y …vivieron felices y comieron perdices”.
Eran importantes las pausas ya que los niños van creando sus propias imágenes en sus mentes, van poniendo escenas y hay que dejar tiempo y no contar el cuento muy rápido porque se perderían.
Al contar el cuento me di cuenta de que también utilizaba alguna onomatopeya como: “toc-toc” al llamar a la puerta, o “toco tó, toco tó” al montar en el caballo.

Por último también quería hacer partícipes a “los niños” y les preguntaba en mitad del cuento: ¿Quién venía ahora? O cosas relacionadas con la historia para saber si me seguían o estaban un poco perdidos.

En el primer grupo me dijeron que lo había contado muy bien, que le había dado una entonación adecuada, que era muy exagerada al contar el cuento y que gesticulaba mucho. Sin embargo también me dijeron que tenía que cuidar algunas palabras del vocabulario porque quizás no eran adecuadas para la edad y no las entenderían. Y que tenía que hablar más alto.

En el segundo grupo, además me dijeron que era muy expresiva y lo manifestaba al contar el cuento. Pero también me dijeron que era cierto que el cuento era para 5- 6 años ya casi acabando el 2º ciclo de infantil, porque es un cuento difícil para niños más pequeños. Hay muchas relaciones en la historia, si no están atentos, se les escaparían los pequeños detalles que hay. Además otra de las cosas que destacaron es que la historia era muy larga, y se podría hacer en dos sesiones. Primero contar la primera parte, y al día siguiente continuar con el cuento y preguntarles si se acuerdan para que no lo encuentren pesado.

Y por último el tercer grupo me comento las mismas ideas que a ellos también les resultó largo pero que lo escenifiqué bien y que les miraba en todo momento.

A partir de todas las observaciones de mis compañeros, veía que tenían razón por lo que según iba repitiendo el cuento, modificando algunas palabras, lo contaba más alto… etc. Estas aportaciones te ayudan a hacerlo cada vez mejor ya que yo cuando esté en medio de una clase, sé que tengo que hablar mucho más alto para captar la atención de todos los niños y que ninguno se disperse.
Es cierto que al principio al escoger este cuento, parecía mucho más corto de lo que realmente era. Porque el cuento como bien me decían mis compañeros es muy largo y a los niños esto les puede aburrir, tiene demasiadas cosas. Así que en un futuro yo este cuento no dejaría de contarlo porque está muy bien, pero en dos días, así estarán más atentos y participativos.
También lo que haría sería disfrazarme de algo que tenga que ver con el cuento para darle un toque de misterio mayor al cuento, esto les llama mucho la atención a los niños y les ayuda a meterse más en el cuento, que parezca que ellos mismo son los personajes.

Para concluir, quiero decir que esta actividad me ha parecido muy útil, entretenida, divertida y diferente. Porque no estamos acostumbrados a hacer nada de esto, o por lo menos a sacar de un cuento tantas ideas, técnicas, factores a tener en cuenta… es difícil saber contar un cuento perfectamente, da igual la estrategia que elijamos, para todas ellas hay que saber expresarlo, hay que saber contarlo, porque los niños lo notan y saben si lo estas contando bien o simplemente leyendo sin poner ninguna atención en él.
Ha sido divertido porque nos teníamos que imaginar que contábamos el cuento a los niños cuando en realidad se lo estábamos contando a nuestros compañeros. Además no era lo mismo, porque al hacerlo delante de los niños la exageración te sale más fácilmente, en este sentido por ello era más complicado. Pero al hacerlo tres veces,  teníamos la oportunidad de hacerlo cada vez mejor, modificando, o incluyendo las cosas que los compañeros nos decían